Indignación

Philip Roth
nos presenta un personaje fascinante, arraigado una vez más a sus orígenes judíos
en la población de Newark, trasladando al lector a 1951 en plena guerra de
Corea.
Marcus
Messner es un chico de buenos principios, de una familia conservadora. Hijo de
un carnicero kosher y de una abnegada ama de casa. Su vida ha sido como la de
cualquier otro hasta que la relación con su padre comienza a debilitarse debido
a la inseguridad que nace en su progenitor, ocasionando paranoia en sus actos,
desarrollando una sobreprotección que alimenta una incontrolable obsesión.
Marcus no puede aguantar las presiones y acosos de su padre y decide iniciar
sus estudios universitarios en la Universidad de Winesburg ubicada a cierta
distancia de su hogar, no dejando a su padre con otra opción que aceptar su
traslado a la universidad de manera permanente hasta la culminación de su
carrera.
Mantenerse
fuera de los aptos para servir a la nación en el conflicto bélico ante el monstruo
asiático es la prioridad, y por ello debe continuar ocupado y con buenas
calificaciones. Marcus no pasa de los 25 años, lo curioso, ya está muerto. En
las primeras páginas el lector es informado de ello, es consciente de que la
historia la relata un hombre fallecido.
Marcus a lo
largo de su corta vida se encontrará con las dudas y difíciles situaciones que
todo joven inexperto debe afrontar ante el arribo de la adultez.
Sus metas
son claras, dedicarse a sus estudios y graduarse de forma sobresaliente, pero
todo cambia al conocer a Olivia, una chica hermosa y misteriosa, una mujer
presa de sus propios demonios. La criatura que afectará su vida para siempre.
Philip Roth
desarrolla personajes complejos que vislumbran las dudas y batallas internas
del individuo ante los rigores de la sociedad. Los conflictos ante lo racional
y lo místico, lo religioso y lo pragmático.
Indignación
es una novela brillante, donde la última palabra la tiene el lector.
P.D: El
momento donde el joven Marcus Messner tiene un intercambio de palabras con el
rector de la universidad, sustentando sus ideas en el discurso de Bertrand
Russell Why I am not a Cristhian, es
uno de los diálogos más intensos y emocionantes que he leído en novela alguna.
Punto positivo al autor por el uso de personajes tangibles y reales de
la vida universitaria de Winesburg, bien documentado de los hechos dentro del
campus y las revueltas de su tiempo. Una joya de la narrativa que nadie debe
perderse.
Debo reconocer que me siento altamente atraída por las letras de Roth. Es uno de los escritores más atrapantes que he tenido la oportunidad de leer.
ResponderEliminar"Cuando ella era buena", fue la primera gran obra que leí de Philip Roth,y desde esa novela, no he podido despegarme.
No he leído "Indignación", pero está claro que lo haré.
Tampoco conocía tu blog, y desde ya te aviso, que estaré visitándolo con frecuencia.