Verano robado

Verano robado es la ventana que una joven de nombre Livia Spector nos abre para contarnos su vida, una adolescente con sueños y desengaños, con desaciertos que la llevaran a grandes complicaciones mostrándonos que más que una rebelde es la víctima de su entorno.
Una madre con problemas mentales serios y un padre de edad avanzada que  no tiene la fortaleza moral suficiente para tomar las riendas de su joven hija, la separación de ambos lleva a Livia a estar ubicada en el limbo, iniciándose así un espiral de problemas donde el abandono familiar desencadena una serie de acciones erradas y peligrosas realizadas por la protagonista. Conocerá el amor pero también el dolor de la entrega no correspondida, las presiones de su círculo de amistades la llevarán a la autodestrucción donde los vicios se convierten en los hilos que tejen el fin de la razón.
Pero no todo es oscuridad, al igual Livia nos muestra como toda joven sus ilusiones, la necesidad de ser escuchada y comprendida, lo importante para una joven en una edad tan difícil (cuando dudamos de nuestros pasos antes de pasar el umbral de la edad adulta) poder contar con una voz más experimentada que le indique el camino correcto.
Por momentos Livia nos muestra su inocencia, a veces su malicia, sus sueños. Es  humana y todo eso es válido en ella.
La descripción del calor de la ciudad de Santiago (Chile) como telón de esta maravillosa historia es genial, por momentos sientes tanta sed como el personaje e incluso la humedad de la piel puede ser para el lector una sensación palpable. El recurso de la música es otro punto positivo de la narración, la protagonista para muchas de sus situaciones selecciona un tema en particular que toma de su “Burlitzer” personal ubicado en su memoria, en nuestras vidas momentos especiales y no tan especiales las hemos marcado con alguna canción en particular para así darle un espacio inolvidable en el tiempo.
María José Viera – Gallo, escritora chilena que con su primera novela Verano robado ha cautivado a muchos lectores que están a la espera de más de sus creaciones, uno más que se suma a dicha espera.

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