Cuando las bayonetas hablan: nuevas miradas sobre la dictadura militar.
Catorce ensayistas revisan un periodo de
nuestra historia contemporánea (1948-1958), signado por apologistas enervados y
por críticos acérrimos. Sin duda, el gobierno de Marcos Pérez Jiménez,
divide tanto a la opinión pública como a la académica en nuestros
días.
El marco de la defensa de este gobierno
político-militar se apalancaba en la idea de la “eficiencia castrense”. A dicha
imagen, se le contraponía la certeza de una “ineficiencia civil”, representada
en la reciente administración de Rómulo Gallegos y en los partidos políticos provenientes
tanto del rango de la centro izquierda, como de la democracia cristiana
venezolana.
Con el avance de una política de obras
públicas, de la ampliación de la salud, de la planificación urbana y de la alfabetización
y nutrición infantil, así como, de la inmigración selectiva europea, el llamado
“Nuevo Ideal Nacional” de Pérez Jiménez mostraba su rostro más amable. No
serían sino los excesos en el gasto público -la llamada corrupción
administrativa y las “mordidas” o “porcentajes” en comisiones- las que
comenzarían a ser revisadas, gracias a una particular aplicación de la doctrina
de la Seguridad Nacional, un organismo que hacía énfasis
en la persecución y prohibición de partidos políticos de izquierda y proponía la
supervisión de la opinión editorial de los grandes diarios y medios
radioeléctricos de la época.
Son distintas las miradas que nos
ofrecen los autores para tratar de darle luz al tiempo que nos ocupa: un
jurista como Rogelio Pérez Perdomo revisa el estado de derecho, donde los derechos humanos carecían de vigencia. Lorena Puerta Bautista,
revisa las importantes reformas de los espacios urbanos y la transformación de
la vida en el rancho, para luego reasignarse a la dinámica de los superbloques.
Karl Krispin, disecciona la doble percepción de los extranjeros que eran bien
recibidos en la patria nueva, y de los infortunados venezolanos que se expulsaban de su patria
de origen, por razones políticas y hasta simplemente consanguíneas. Carlos
Alarico Gómez explora la dificilísima oportunidad de informar u opinar en un
contexto inquisitivo y represivo.
Cuando las bayonetas hablan recoge considerables
puntos de vista, que le permiten al lector una visión de un sistema político que intentó llevar adelante un plan de país dictatorial,
que no fue ni el primero, y al parecer no fue el último.
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